El bikini de Viviana Rivasplata

NO estaba seguro de contarles esta historia. Pero hay que ser cruel hasta con uno mismo. Me ha tomado muchos días de reflexión y de reírme de mi mismo. En este día de Cupido Maldito contaré mi triste historia playera.

Como ya sabían este domingo fui a la playa con mi esposa Diana, Marcelo mi retoño y mi obesa suegra Tati.

Mientras manejaba rumbo al sur y observaba los implacables ronquidos de Tati en el asiento trasero, recordaba con mucho terror la última vez que fui a la playa con mi suegra. Eso fue unos meses después de haberme casado, y por supuesto yo era un "franelero" -aun lo soy- con mi suegra. Recuerdo ese bikini rosado y mi espalda se endereza de nervios. Recuerdo haber acompañado entrar al mar a Tati y como los otros veraneantes me miraban divertidos adentrarme a la mar con mi propia ballena, inclusive Diana tenía una sonrisa burlona. También recuerdo cómo Tati se aferraba a mi cintura al momento de enfrentar las olas que amenazantes se nos acercaban y cómo toda su adiposidad se restregaba en mi cuerpo virgen de grasas flatulentas. Aggg.

Esta vez estaba prevenido. El día anterior le había comentado a Diana lo ridícula que se ve Tati en bikini, ella estaba de acuerdo conmigo, así que que salimos en busca de un traje de baño entero para obsequiárselo. Tati lo recibió de buen ánimo. Todo estaba saliendo bien. Hasta ahora, porque una vez llegados a la playa, Tati nos sorprendió con un bikini dorado espeluznante. Dijo que le había visto uno a la modelo Viviana Rivasplata y que, ¡por qué no!, ella también gustaría de usar uno igual. Me quería morir, deseaba con ansias un terremoto que nos alejara lo más pronto posible de esa ridícula situación. Pero lo peor estaba por suceder.

- Me voy a dar un chapuzón -dijo Tati.
- Espera mami, que Alberto te acompañe -miré a Diana con una mirada furibunda,
maldita te estás desquitando de la otra vez por llegar de amanecida, pensé.
- Ayy, sí Albertito acompáñame, tú sabes que a mi me gusta entrar un poquito al fondo
pero me da miedo que una ola me arrastre
-me dio ganas de decirle pero si usted es
una ballena y también una orca, no le va a pasar nada, pero dije:
- Está bien Tati -dije todo huevonazo.

Mientras caminaba con la mirada firme y con dirección al infinito del mar podía escuchar las omnipresentes risitas que me acompañaron hasta el fondo del mar. Traté de adentrarme lo más lejos de la multitud. Tati estaba muy nerviosa, pero divertida. Se sentía muy segura a mi lado, y yo pensando "¿cómo se ahoga a un cachalote en su propio habitat?". La verdad me divertí un poco: esquivamos muchas olas, me cagué de la risa cuando se le escapó una teta a Tati y por primera vez vi una ballena sonrosada. Pero era hora de volver a la orilla. Mientras Tati se aferraba a mi cintura yo miraba atrás para evitar las grandes y furiosas olas que se empecinaban en atacarnos. "Falta poco, Alberto, ya casi..." Fue en ese preciso instante cuando vi pasar toda mi vida en pocos segundos. Una furibunda ola nos había revolcado a los dos, con la terrible consecuencia de que Tati nunca se desprendió de mi. Fuimos dando volteretas hasta la orilla, ella abrazada de mi cintura y yo resignado a mi suerte. Cuando dejé de sentir que tragaba agua, una inmensa fuerza evitaba mi respiración, era Tati que yacía encima mio con las tetas descubiertas. Volví a cerrar los ojos y rogué que esto sea una pesadilla.

Cuando sacaron a Tati de mi encima, escuchaba decir a la gente que estaba muerto, que me reanimaran. Lo que pasaba era que no quería enfrentar el bochornoso espectáculo. Cuando el salvavidas se disponía a darme respiración boca a boca, fue cuando me reincorporo milagrosamente y cuando también empiezo a vomitar toda el agua que había tragado. Diana, se encontraba a mi lado muy nerviosa. Tati estaba con una inmensa toalla amarrada por el pecho y parada en la orilla buscando la otra mitad de su bikini. ¡vamonos! dije.

En el camino de regreso la cara me ardía de vergüenza. Diana no paraba de reírse al recordar la cómica escena que fueron protagonistas su madre y su esposo. Tati no dejaba de lamentarse por su bikini que era igualito al de Viviana Rivasplata y Marcelo dormía plácido, ajeno al ridículo que protagonizó su padre, pero del que de acá a unos años también se reirá y burlará; porque conociendo a su madre ella no perderá esta oportunidad para mofarse con los demás de su servidor. Tati, gorda de mierda.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!!

¿Ves? Por eso te conviene que tu suegro la siga gileando...

Casi mueres tragando arena, a la próxima mejor lleva un arpón por si tienes que librarte de alguien.

¿Viviana Rivasplata? Ja, gorda idiota, seguro tiene manteca en el cerebro.

Princess Cataline dijo...

jajajajajajajajajaja

la verdad nose que decirte.
Encontre tu blog por google poniendo en el buscador "odio a las gordas".


La verdad muy poca gente quiere a las gordas!yo odio a los gordooos...y somos super desconsideradas porque siempre nos preguntamos entre nosotras "andarias con un chico gordito"?..i todas.. "JAMAAAS.. tendria que quererlo muuuuuuucho"..y luego muchas mujeres se quejan "mientras mas carne es mejooor..dejen de poner chicas tan flacas en la publicidad..prefiero ser sanita que una raquitica anorexica..

La gula es un pecado! y el ayuno requiere de gran poder mental para detener la ansiedad.

suerte man,no podia pasar sin tener que comentar! saludos!

Shopping XL dijo...

Lástima que no esté eso en el YouTube... De todos modos, has pecado un poco de calzonazos, no?? No es tu estilo...

Anónimo dijo...

Tío, te mereces eso y mucho más. Odias a las gordas? Peeeero si tu tienes gordo el ego, gorda la autopercepción, gorda la vanidad y supergorda la falta de humildad...tío, normalmente no le deseo mal a nadie, yo soy francamente regia, pero no estaría mal que a tí te de un sícope pasajero que te hafa engordar unos 50 kilitos, para que conozcas la miseria del gordo...kagón.
Además, tanta fobia a las gordas revela ciertas disfunciones...tal vez la tengas muy flaca, digo, es posible...
Un saludo sin afecto

Arethusa dijo...

jaja estuvo más chistoso este último comentario... te regañaron en tu propio blogs BARVO por eso (hace rato no lo veía)...ufaa pues q mal verano estás pasando. Saludos pues!!

¿Odio a las Gordas? dijo...

A la amiga anónima
Tu suposicion freudiana me causó mucha risa, creo que Sigmund se hubiese muerto otra vez.
Después, creo que me merezco todo lo que me deseas y tienes razón en todo lo que te imaginas de mi.
Saludos

Imberbe_Muchacho dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJ, que biuena tio!!!! ahora vayan al club nomas, jajajajajaja

Ravnoss dijo...

Shit, nada es perfecto en la vida como se puede joder un excelnte post con la asquerosa frase de : de mi encima?? x dios santo es tan dificl decir de encima mio? de mi delante de mi encima te saco tu meirda y etcteras no suenan muy bien

Carolate dijo...

Cuando sacaron a Tati de mi encima...

Eso es expresarse como un ignorante, en toda regla. Con lo cual, o eres un cholo bruto, o jamás has tenido educación de verdad en casa.

*sigh*

Molly dijo...

Jajajajaja me he reido a más no poder estoy desde hace rato leyendo todas las entradas y ya hasta se me quito el sueño XD