La cena

El plato, todavía, estaba humeante. Seguramente era muy apetecible para alguien que estuviese hambriento. Yo no lo estaba. Entonces, recordé que según la región en la que te encuentras nuestros platos criollos son acompañados con lo característico de esa región. Por ejemplo; si comemos unos spaguettis al pesto en la selva, estos serán adornados con un enorme plátano verde sancochado; si lo hacemos en la sierra, sera acompañado por la papa y si lo degustamos en la costa, por un suculento huevo frito. Muy bien, pero, el plato que me acompañaba era un homenaje a las tres regiones que nos bendicen. Eso era demasiado.

Mientras Gabriela devoraba sin piedad su patriótico plato, yo sólo observaba el mío. Y la observaba a ella. Combinaba un poco de tallarín con la yema del huevo, un poco de pan y a la boca; luego realizaba la misma ceremonia para el plátano (que estaba frito y no sancochado) y para la papa. Miraba su poder de deglución sin pena o remordimiento. Entonces empecé a alucinar que el cubierto era un inflador y ella un enorme globo que a cada bocado era más enorme, y que en cualquier momento iba a explotar.

Así estuve, viéndola comer y ella concentrada en su plato sin darse cuenta que yo aún no había probado bocado alguno. Cuando terminó me miró y frunció el ceño "¿No te gusta mi comida?" me preguntó con una larga tristeza; yo que estaba pensando en terminar la relación luego del espantoso espectáculo, sólo atiné a decir: "me llené con sólo verte". Ella entendió el mensaje y se levantó de la mesa ofendida. Viendo que Gabriela me estaba facilitando las cosas para una pelea y una inminente ruptura, no hice nada por disculparme o tranquilizarla; sólo me quedé callado.

La dejé hablar. No intervenía; sólo atinaba a mirarla y a regalarle expresiones como si ella fuese una loca sin control. La ira la hizo beber del vino que habíamos descorchado para la ocasión. Se sirvió el último aliento de la botella y continuó con su perorata. Como ya me estaba aburriendo aquella situación opté por levantarme y retirarme. Cuando lo hice Gabriela alzó, más, la voz e intensificó sus expresiones. El vino se le derramó sobre la blusa color beige. Sin percatarse que yo aún observaba, empezó a retirarse la blusa con algunas lágrimas en los ojos. Se dirigió al baño y se retiró, totalmente, la blusa y entonces como si fuese un aturdimiento intempestivo aparecieron alegres y jubilosas un sinfín de hermosas pequitas coronando las colosales, níveas y gemelas cumbres de Gabriela. Avanzaba como zombie rumbo al precipicio, el pecho me ardía por la ganas de tocarlas y besarlas. No hablé nada, sólo me acerqué y la rodeé con mis barzos, la abracé muy fuerte. Ella cedió y sentí que caía... y caía.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

La carne es debil... y ahora cumpa que vas ha hacer, romperle el corazon?.
Preparate que ahora si te llueve, veras que las feminas hacen causa comun por aprovecharte de los sentimientos de una de sus congeneres.
LO del plato es bravo man, imagina la cantidad de carbohidratos transformados en trigliceridos, solo reza que vayan a parar a las cumbres y no a otro lado :D
Mermeladita... me alegro que te hayas divertido con el truque de ideas(!) deberiamos hacerlo mas seguido; eso si, tu propones cuando :p
Atte
WACO

mermelada dijo...

Realmente para una mujer es super importante que te guste su comida o lo que intentó preparar para ti, o que por lo menos hagas la finta de ello, jajaja, realmente cruel tu frase de "me llené con sólo verte" debes haberla hecho sentir una marrana, jajaja pero pucha, realmente todo lo que describiste es un exceso, y por ese lado está bien, nadie debería comer tanto, pensé que estabas frente al almuerzo de tu ex suegra tati ballena.

mermelada dijo...

y debes seguir escribiendo así todos los días, porque si no waco y yo terminamos discutiendo por el aburrimiento.

jajaja

Anónimo dijo...

Oye, pero eso de "me lleno con sólo verte" tiene un lado positivo.

Vaya, ¡cuánto te importan sus palabras! En fin, se qué el tallarín recontra brincado no es parte de una cena romántica, pero vamos...

En fin, al menos, parece que volviste a no perder.

Tengo hambre dijo...

"Me lleno con sólo verte" JAJAJAJAJAJAJA Que buena frase....pobre Pecas...pero me imagino que luego que que se quito la blusa la reonciliacion fue mejor.

Anónimo dijo...

mermeladita...amen hija
ya sabes flaco mas inspiracion, sino la proxima discusion sera sobre los elefantes rosas y la osteoporosis en tiburones XD.
Atte
WACO

dmoOn dijo...

jaja yo también pensé q ibas a hablar de la suegra Tati, pobre Gabrielita donde habrá aprendido a comer así.

Anónimo dijo...

Tengo que reconocer que esta vez tienes razon, este plato es exagerado, solamente la pasta era suficiente,como para encima ponerle un huevo, un platano frito o una papa. Y como parece que las tetas son tu perdicion, (mi mas sentido pesame), no te vas a librar de ellas tan facilmente deberias de comprarte unas plasticas y pintarle las pecas asi por lo menos no estas hiriendo los sentimientos de la gente,JA.
Luz

Ravnoss dijo...

cuando arranke a leer este post pense ke la habias llevado a comer a los agachados o al mercado de lince o magdalena, solo en un lugar asi te sirven esa mezcla de comidas, luego entendi que fue en casa de ella, sin embargo creo que ya qure la conociste gordita, dejala revolcarse y atragantarse en su comida como a ella le gusta.

gunner dijo...

... estas seguro que no derramo el vino en su blusa a proposito ?

.... seguro que no se quito la blusa justamente para provocar deseo en ti

.... efectivamente caias y caias, y terminaste de bruces cayendo en su juego... habiendo estado casado deberias conocer mas acerca de las manipulaciones femeninas y poder asi evitarlas...

Ivón Schmitt dijo...

Poco a poco descubro qué clase de persona eres, una decepción más para el día, pero aun así te sigo leyendo xD