¿Qué hago ahora?

Caminar por Lima de noche, es sencillamente... placentero y, también claro está,una experiencia bizarra. Hay que saber caminar por Lima, tambien. En no todos sus rincones voy a sentir esas mismas sensaciones. Lima como urbe es más grande, inclusive, que Madrid. Me parece que es superada en tamaño por las ciudades brasileras de Sao Paulo y Rio de Janeiro, y por la hermosa Buenos Aires.

De Lima me encanta su smog, el ruido, su escándalo, su falsa pacatería y su escalofriante tráfico vehicular. Definitivamente, no hay en el mundo tráfico tan espectacular y tan PlayStation como el limeño. Y como no hablar de sus mujeres de hermosos y pequeños pies. Cholas hermosas y siliconeadas que el sudor de su trabajo les cuesta y, también, del Gym. Mujeres de hipócrita moral "estrecha" pero que siempre están "dispuestas". Calentadoras por tradición y donaire; pero ligeras y casquivanas por amor al arte, al sexo y por sangre latina. No todas, claro está.

En esas iba y venía, de la mano con Mónica. A veces, nos soltábamos cuando creíamos reconocer a algún amigo o familiar. En esas estaba, al amparo de la afrodisiaca clandestinidad. Escondiéndonos de fantasmas y a la vez aprovechando las sombras para manosearnos con arrebato y en silencio. "Váyanse a un hotel" gritaría alguien por ahí... pero de allí salíamos. La ebullición y enardecimiento corporal fue disminuyendo ante los empalagosos planes de Mónica.

- ¿Salimos el sábado? -me dice edulcorada.
- Uhmm... ¿el sábado, adónde quieres ir? -digo preocupado.
- No sé, por ahí... a cualquier sitio.
- Ok, vamos al cine en la tarde.
- ¿En la tarde? Nooo... hace mucho calor. Vamos a las ocho...
- ¡A las ocho! -grito espantado.
- Sí... a las ocho, Alberto. ¿Qué tiene de malo? -agrega confundida, ante mi alboroto.
- Pero saldríamos muy tarde... casi a las diez, y es muy tarde para comer algo por ahí.
- Ay, Alberto. Es sábado, los sábados los establecimientos están abiertos hasta tarde de la noche.
- Sí... pero a esa hora me hace daño comer, por eso, preferiría comer temprano algo por ahí.
- Ya, está bien, Alberto. Contigo no se puede, caramba. Ok, ok. Comemos cualquier cosa en el cine, pero de allí de nos vamos a bailar -dijo malhumorada y tajante.
- ¿A bailar? Ya pues, mujer. Tú sabes que yo no bailo.
- Pero, ahora lo harás.

PD: Escucho sugerencias

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Caracho, no tienes escapatoria, tío. Ya se le metió la idea de ir a bailar, y como que eso es un poquito difícil de quitar de ciertos cerebros.

Y lo peor de todo es lo del toque de queda estomacal. Eso es muy saludable, no se puede sacrificar así nomás, es mi principal caballito de batalla.

Mejor convéncela de no salir pra "ahorrar en un viajecito para el feriado largo", de paso que quemas tiempo hablando sobre ello si van a comer algo (las ensaladas de Pardos están en algodón, o los sanguches de La Maquina, estupendos). ¿O prefieres que vaya con César, el amigo de todas?

Es difícil eso de las elecciones, no contabas con esto respecto a Mónica (nosotros tampoco), y puede que vengan más imposiciones.

Tengo hambre dijo...

Uyyyyy no, Alberto, estamos graves, la verdad no se me ocurre ningun consejo para darte, solo te deseo MUCHA SUERTE en lo que sea que decidas hacer hoy en la noche.

BESOS


Bye.

Anónimo dijo...

Que es eso man?, te vas a dejar avasallar por tu "TRAMPA"?, mejor anda a flajelarte tu mismo.
Simplemente dile que el sabado no puedes porque quedastes con tus patas del trabajo y punto, o cualquier excusa similar (incluso el hermano gemelo malvado vale).
Asi de simple, asi de facil, tu trampa esta templada de ti man y va aceptar lo que sea, es posible una exaltacion, pero man, somos peruvians y eso se impone :).
A ver si el lunes cuentas lo ocurrido.
Atte
WACO

¿Odio a las Gordas? dijo...

El lunes??? La solución al problema, ya está testificado en el post de arriba, que espero les guste, y por ahí pongan en práctica.
Es válido también para las chicas chicocas.

Ivón Schmitt dijo...

No no no estamos mal, ella no es nada asi que no te dejes pisar x) los agarres son otra cosa ^^